Nos llega información acerca de lo ocurrido en el Festival de los Colores de Jaen.
Un vecino de Jaen, de 19 años de edad, ha presentado una denuncia en la comisaría en contra de la organización del Festival «Colors Tribe», más conocido como Festival de los Colores, por unas graves lesiones que ha sufrido el joven en su ojo izquierdo, posiblemente ocasionadas por un proyector láser durante el Festival de los Colores.
Según comenta el joven jienennse, «apenas puedo ver nada desde entonces».
Los daños que sufre en la retina son muy graves: «Estamos esperando, pero el pronostico que me han dado por ahora los especialistas no es muy buena. La cirugía entraña mucho riesgo, porque el ojo puede quedar peor de lo que está», añade.
Los hechos ocurrieron el pasado sábado, cuando Sergio Cózar acudió con sus amigos a pasar una jornada de fiesta al Colors Tribe Jaén 2019, el Festival de los Colores, que congregó en Ifeja a unas 12.000 personas. Asegura en su denuncia que, entre las diez y las once de la noche, se acercó a uno de los escenarios para presenciar una de las actuaciones. El joven explica que había muchas luces y focos, y que se percató de la existencia de dos proyectores de rayos láser a ambos lados de la tarima. “Me di cuenta de que estaban muy bajos. En principio, todo iba bien. Pero hubo un momento en que empecé a ver borroso, como deslumbrado. Cerré los dos ojos y cuando los abrí, noté como una mancha en el izquierdo. Desde entonces no veo bien”, relata.
El joven se dirigió inmediatamente en busca de los servicios sanitarios del Festival: “Había solamente dos ambulancias, pero no estaban atendidas por nadie. Así que me fui a mi casa. Mi madre me acompañó al Hospital esa misma noche”, aclara. El diagnóstico no fue nada esperanzador: “hemorragia foveal secundaria a impactos de láser”, dice, literalmente, el parte de lesiones emitido en Urgencias por el especialista. “Me dijeron que el daño puede ser irreversible. Estamos esperando si la hemorragia se disuelve por si sola o, al menos, disminuye. A partir de ahí, me harán nuevas pruebas. El tratamiento es la cirugía, pero es una intervención que, según me han dicho, conlleva muchos riesgos, ya que puede provocar más daños”, especifica Sergio Cózar.
Cinco días después de los hechos, el joven acudió a la Comisaría para presentar una denuncia. También ha contactado con la empresa organizadora del evento para informarle de lo ocurrido y exigir las correspondientes responsabilidades. “Desde luego, no me voy a estar quieto. Han jugado con mi salud y con la de mucha gente. Me parece muy grave que no hubiera asistencia sanitaria en un lugar con 12.000 personas”, sostiene. Sergio Cózar asegura que tiene el respaldo de su familia para que esta situación no vuelva a repetirse.
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En nuestra opinión no hay nadie vigilando estos aspectos, un espectáculo cava vez tiene que ser más grande, más ruidoso y que llame la atención!! pero nadie toma las medidas de seguridad necesarias para que todos esos aparatos se usen de una manera correcta. Lo primero que dice el manual de un Sharpy es «Peligro, puede quemar retinas a 12 metros» (o algo así…) bien, pues he trabajado con auténticos psicopatas de la retina manteniendo totalmente estáticos estos aparatos hacia la cara del publico durante minutos!! También habréis visto la gran proliferación que esta habiendo de máquinas de fuego, chispas y derivados…. en ningún caso, de todos en los que hemos coincidido con este tipo de efectos, nadie tenía ninguna calificación profesional para trabajar con esas máquinas.
Seguridad ante todo!!