A raíz de los últimos acontecimientos ocurridos en la Fira de Barcelona queremos reunir unos cuantos artículos publicados por diversos medios de comunicación.
Confiamos en que los organismos oficiales, y que actuando de oficio, procedan a tomar cartas en el asunto y terminen con estas situaciones en las que se están cometiendo sistemáticamente varios delitos tipificados, fiscales y laborales, O acaso queremos una huelga general…
Sónar: precariedad, beneficios y sentencias antihuelga a la carta.
Ante la inseguridad de sus condiciones de trabajo y de la continuidad en el mismo, los riggers que montan y desmontan las instalaciones del festival Sónar en Barcelona van a la huelga, pero son sustituidos por otros trabajadores, ¿es legal? ¿es común? ¿existe realmente el derecho a huelga?
El festival Sónar ha tenido lugar en Barcelona a través de una vulneración flagrante del derecho a huelga, la contratación de empresas de riggers por esquiroleaje mientras éstos estaban en huelga, todo ello avalado por el Juzgado de lo Social 27 de Barcelona y la Fira de Barcelona, directamente dependiente del Ayuntamiento que dirige Ada Colau.
Los llamados riggers, encargados de montar las estructuras aéreas y los escenarios, iniciaron una huelga el jueves de la semana pasada contra la falta de seguridad en el montaje. Sin embargo, el motivo principal del conflicto se encuentra en la nueva licitación. Hace cuatro años que Fira de Barcelona firmó un contrato con la empresa encargada del montaje de las estructuras para los eventos, UTE Rigging, cuyos trabajadores habían logrado una serie de condiciones laborales recogidas en un convenio colectivo de empresa.
Los trabajadores critican que en los pliegos de la nueva licitación no se informa de las condiciones de trabajo ni tampoco se garantizan sus empleos, lo cual los deja en una situación de incertidumbre total dado que la concesión termina ahora.
Frente a la huelga convocada, la Fira de Barcelona decidió contratar a las empresas RiggingBCN, Fluge y Evil Angels para suplir a los trabajadores en huelga, realizando así una absoluta maniobra de esquirolaje, ya que el artículo 6.5 del Real Decreto Ley de Relaciones de Trabajo establece que «en tanto dure la huelga, el empresario no podrá sustituir a los huelguistas por trabajadores que no estuvieran vinculados a la empresa al tiempo de ser comunicada la misma».
El magistrado Santiago Vidal se ha pronunciado esta semana a favor de la empresa organizadora, sentenciando que ejercer el derecho a huelga “significaría admitir un uso desproporcionado del ejercicio de este derecho fundamental, generador de perjuicios irreparables y muy elevados”. En otras palabras, se podrá hacer huelga cuando no moleste a los capitalistas.
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La Acadèmia Catalana de la Música ve un «despropósito» la gestión institucional del último Sónar.
La Acadèmia Catalana de la Música ha tachado este martes de «despropósito institucional de unos niveles incomprensibles» la gestión institucional de la última edición del Festival Sónar de Barcelona, que ha perdido 21.000 asistentes, por parte de las administraciones públicas y los gestores del recinto Fira de Barcelona.
La Acadèmia Catalana de la Música ha tachado este martes de «despropósito institucional de unos niveles incomprensibles» la gestión institucional de la última edición del Festival Sónar de Barcelona, que ha perdido 21.000 asistentes, por parte de las administraciones públicas y los gestores del recinto Fira de Barcelona.
En un comunicado, la organización ha dicho que este año pasará a la historia del Sónar como uno de los más desafortunados «como consecuencia de un incomprensible cambio de fecha decidido por Fira de Barcelona», un organismo integrado por la Generalitat, el Ayuntamiento y la Cambra de Comerç que, a su juicio, ha demostrado no tener mucha sensibilidad ni por la cultura ni por la música.
La academia ha lamentado que la decisión planteada como unilateral e innegociable respondía a intereses estrictamente comerciales, forzando al festival a mover su fecha, y que «los intereses estrictamente comerciales y económicos de Fira de Barcelona» han pasado por encima de las posibles consecuencias del cambio de fecha, algo que han considerado que deberían tener garantizado a unos cuantos años vista.
CONFLICTO DE LOS ‘RIGGERS’
«La guinda del pastel ha sido la inhibición de las instituciones en el conflicto de los riggers», ha añadido la academia, que ha apuntado que el Sónar ha resultado parte afectada, pese a ser ajeno a este conflicto legítimo de carácter laboral, han considerado.
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La precariedad laboral tras los escenarios de tu festival musical favorito.
- Durante este año han destacado sobremanera protestas por las condicionales laborales en eventos como Viña Rock, BBK Live o Sónar
- Trabajadores de barra en festivales de este tipo denuncian que les obligaban a mentir a la Inspección de Trabajo sobre su jornada real
- Las malas condiciones afectan a todo tipo de trabajos, incluidos los músicos
Un dicho popular decía que una ardilla podría cruzar de Gibraltar a los Pirineos de rama en rama sin tocar el suelo. En primavera y verano esa misma ardilla podría cruzar la península ibérica de festival en festival musical. Mucho se ha escrito del boom de este tipo de eventos, que han crecido sobremanera en la última década tanto en número como en impacto económico, según los últimos estudios. No se han gastado tantas líneas, aunque cada vez más, para reflejar lo que sucede con los miles de trabajadores que fuera de los escenarios hacen posible que puedas disfrutar de los conciertos. La precariedad laboral campa a sus anchas en diferentes puestos de trabajo en muchos festivales musicales.
Los problemas principales vienen sobre todo en los eventos más grandes. Son los que más público mueven. Los que más dinero generan y los que copan sus carteles con los artistas más cotizados. Poco a poco se están comenzando a denunciar situaciones abusivas que logran copar titulares en medios de comunicación a la sombra del “conciertazo” que ha dado el artista de turno en dicho festival. Desgraciadamente, uno de los casos más sonados de denuncia tuvo lugar en 2017. Y tuvo que fallecer un trabajador. Pedro Aunión, un acróbata, murió mientras actuaba. Se despertaron entonces protestas sindicales, para que se suspendiera el festival. Poco después, varios trabajadores comenzaron a denunciar sus condiciones tanto en el citado evento como en el Download, que también se celebra en Madrid.
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La cara amarga de los festivales: tras la música y diversión, precariedad.
El turismo musical se ha instaurado en nuestro con un potencial económico de 329 millones de euros en 2017, sin embargo es un sector poco regulado que da paso a una grave precariedad.
El verano en España ya es sinónimo de festivales. Y es que el turismo musical se ha instaurado en nuestro país en cuestión de años; de hecho, según el último anuario de la SGAE, la música popular movió más de 329 millones de euros en 2017 en España. Sin embargo, el sector no está regulado.
Este fin de semana en concreto se ha celebrado el Sónar de Barcelona en su edición más complicada. Además de perder 20.000 asistentes de un año a otro, los ‘riggers’-técnicos expertos en levantar y mover objetos pesados- iniciaron una huelga para reclamar mejores condiciones laborales por parte de la Feria de Barcelona, organizadora del evento, que ha suplido la labor de los técnicos en huelga a través de la contratación de otra empresa alegando que por cuestiones legales no podían subrogar el contrato de los técnicos y que, a menos de una semana de que se celebrase el festival, decidieron contratar a otra empresa de técnicos.
Subcontratas exentas de derechos.
El sistema de subcontratación de los festivales es algo común y sistemático. Festivales como el BBK Fest en Bilbao, uno de los más conocidos, no está exento de las críticas por parte de los trabajadores. “No te dejan descansar, tienes veinte minutos para comerte el bocadillo, a veces ni siquiera te dan la comida ellos. Si ven que te sientas te preguntan quién te ha dado permiso para hacerlo y tienes que preguntarles si puedes ir al baño” nos cuenta Rocío, una trabajadora de este festival varios años, aunque debido a las condiciones ha decidido no volver a trabajar con ellos.
“Te piden que si viene Inspección de Trabajo les mientas y les digas que trabajas solo ocho horas, no las doce horas que te obligan a hacer. También tienes que renunciar al reconocimiento médico que debe hacer toda empresa” añade Rocío.
Sin embargo, desde las empresas organizadoras alegan que estas condiciones dependen de las subcontratas. Tras las críticas de Eragin, Asamblea de Jóvenes Precarios de Bilbao, que iniciaron una campaña de denuncia de las condiciones laborales del BBK en Twitter, la empresa organizadora dijo en un comunicado que excede de su labor como empresarios y que están comprometidos con el trabajo digno.
El papel de los voluntarios
Otra opción recurrente de los festivales es recurrir a voluntarios. Desde el Sindicato de Músicos, David García Aristegui denuncia que festivales como el Sonorama, muy bien valorados, se nutren de voluntarios a los que hacen trabajar como un empleado más. Unai Sanz de Eragin Bilbao da una definición del papel de los voluntarios: “Trabajador gratuito de sol a sol a cambio de ver un concierto”.